Liderado por el ITC Instituto Tecnológico de Canarias, este proyecto a aplicar en la Macaronesia, reutiliza las algas de ribazón que llegan a la orilla de la playa de Las Canteras y las microalgas con fines medicinales, para alimentación de piscifactorías y para la industria de la sal.
Las algas, estas curiosas plantas acuáticas que acarician de repente y por sorpresa los pies de los bañistas, tienen un potencial enorme: son una alternativa sostenible a la creciente demanda de la industria agroalimentaria, farmacéutica y tecnológica.